La Sevilla que se ve … venir. Las «Setas» de la Encarnación.

La Plaza de la Encarnación

Fue en las pasadas fiestas, escuchaba un magnífico programa de RNE (Radio nacional) especial Noche Buena donde se reproducían músicas de lo mejor de la Navidad en el mundo, comenzó como no podía ser de otra forma con el popularísimo «Noche de Paz» para terminar con el más importante himno de la iglesia Protestante, el «Amazing Grace» de Jhon Newton (1779) famosísimo Gospel (Espiritual negro) que ha sido interpretado a lo largo de la historia por las primeras voces negras del Jazz, en esta ocasión era el Coro del Centro de rehabilitación de toxicómanos de Park Avenue de New York, 35 voces a capella que hacen erizarte el bello.

Me pareció  una excepcional banda sonora para el vídeo que traigo hoy aquí porque,  muy bien pueden representar a los ciudadanos de Sevilla que ante «lo que se nos está viniendo encima», urbanisticamente hablando, adoptan por decir amén, los unos, otros por decir ; no, no, no y los más por verlas venir.



UN POCO DE HISTORIA.

La  Plaza de la Encarnación de Sevilla y su entorno es una de las que más transformaciones urbanísticas ha sufrido a lo largo de su existencia.

Todo el amplio sector que ocupa actualmente la Plaza y una extensa manzana de casas de su entorno fue conocido como “Barrio de Murillo, aludiendo a que en ellas habitaban los caballeros de este apellido en edificios que en el Repartimiento adquirió un célebre guerrero apellidado Aznar Morillo, caudillo de la mesnada del obispo de Marruecos, que acompañó a San Fernando en la conquista de Sevilla y progenitor del linaje de Murillo en esta ciudad.

Después se llamó barrio de D. Pedro Ponce, porque en él vivió este caballero progenitor de la casa de los Duques de Arcos

Hasta 1720 “permanecía desempedrada, según en lo antiguo lo estaba, para que con más comodidad los caballeros se adiestrasen en el arte de la gineta, picar toros y arrojar cañas y alcancías, con cuyo destino D. Pedro Ponce, ilustre caballero que allí vivía, de quien todo el barrio tomó el nombre, compró ciertas casas, que derribó al efecto, y preparó el terreno según convenía al manejo de los caballos”[2]

Durante el siglo XVI se instalan en el entorno de la Plaza diversas instituciones religiosas.

En 1521, asentado en una pequeña plaza que tomaría el nombre de Regina por este motivo, se funda el convento y colegio de Regina Angelorum  . Ya desde 1580 se habla de la plaza de Regina, situada en la parte norte de la actual Plaza de la Encarnación.  Del esplendor y riqueza de su parte monumental, apenas quedan vestigios, pues fue de los que más sufrieron en los días de la invasión francesa. Los grandes zócalos de azulejos polícromos de Hernando de Valladares, al gusto del Renacimiento ya decadente, con tallos, geniecillos y santos, obra del s. XVII, que la decoraban se encuentran en la actualidad en el Museo de Bellas Artes de Sevilla .

La verja que daba a la iglesia, buena obra de rejería, es obra de Pedro Roldán, realizada para la capilla de los caballeros Maestrantes del convento de Regina Angelorum y trasladada por la Real Corporación a la Puerta del Príncipe de la Plaza de toros de la Real Maestranza, una vez desaparecido dicho convento.


En la zona sur existía la llamada plaza de don Pedro Ponce, que tenía allí su residencia.

En las proximidades de la Plaza, se edifica la Casa profesa de la Compañía de Jesús, uno de los edificios más interesantes del Renacimiento en Sevilla, cuya fundación se remonta a 1565. Las trazas del edificio las realizó el jesuita Bartolomé de Bustamante, si bien el arquitecto Hernán Ruiz II, Maestro Mayor de la Catedral, finalizó el proyecto, encuadrado dentro del estilo renacentista imperante en la época. La primera piedra fue colocada el 2 de septiembre de 1565 por el obispo de Canarias, don Bartolomé de Torres. Las obras concluyeron a principios de 1579, consagrándose el 25 de marzo de este mismo año por el arzobispo de Sevilla, don Cristóbal de Rojas y Sandoval[3]. La expulsión de la Compañía de Jesús en 1767 dejó abandonado el convento, al que se trasladaría la Universidad de Sevilla el 21 de diciembre de 1771. La iglesia se convirtió de este modo en la capilla de la Universidad hasta 1956, fecha de su traslado a la Real Fábrica de Tabacos. El lugar ocupado por el antiguo convento jesuítico es actualmente la sede de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad hispalense y la iglesia de la Anunciación está en el presente regentada por la Hermandad del Valle.

Finalmente, en 1591, por voluntad testamentaria de D. Juan de la Barrera, se funda el Convento de la Encarnación de religiosas agustinas. Delante del convento estaba la Plaza del mismo nombre, de dimensiones bastante reducidas, “y en sus contornos la plaza de Regina y las calles del Correo, de la Cabeza de Perro y del Aire, todas desaparecidas”[4] tras su derribo en 1811 con motivo de la construcción, como veremos, del Mercado Central.

Esta primitiva Plaza de la Encarnación se empedró en 1720 y en su centro se colocó una fuente de mármol blanco que era surtida por agua proveniente de los Caños de Carmona. Esta fuente, que aún subsiste en la actual Plaza, posee la siguiente inscripción:

REINANDO EL CATÓLICO REY FELIPE QUINTO

NRO. SOR. ACORDÓ SEVILLA SE PUSIESE ESTA

FUENTE Y EMPEDRASE ESTA PLAZA PARA BENEFICIO

COMÚN, AÑO DE 1720, SIENDO ASISTENTE D.N

MANUEL DE TORRES, REGENTE DE LA R.L AUDI-

ENCIA, INTENDENTE DE ESTA CIUDAD Y REYNA-

DO Y DIPUTADO DE ESTA OBRA D.N DIEGO DE TORRES

PONCE DE LEÓN, CONDE DE MIRAFLORES DE LOS ANGE-

LES, VEINTICUATRO DE DHA. CIUDAD.

Con motivo de los solemnes actos celebrados en Sevilla para conmemorar la proclamación del rey Fernando VI, el 6 de noviembre de 1746 se ornó la ciudad y entre “otras ostentosas decoraciones dispusieron en la plaza de la Encarnación los individuos del arte de la seda y tintoreros, y de su fuente corrió leche, mistela y aguardiente. Como quiera que por aquel sitio había de pasar la comitiva para conducir el real pendón, se adornó también con gran magnificencia el costado de la iglesia de la Casa profesa de la Compañía de Jesús que da vista a la mencionada plaza. Allí, bajo de rico dosel, se colocó el retrato del Rey, a cuyos pies se puso su real silla y reclinatorio, y se engalanó su circunferencia de preciosas colgaduras y tapices exquisitos”[5]

Hasta que el gobierno de José I Bonaparte resolvió dotar a la ciudad de un gran mercado central, a cuyo efecto, en 1810 el intendente del Rey, monsieur Mayer, mandó elaborar un proyecto que fue aprobado por el Ayuntamiento presidido por D. Félix Hidalgo, y que supuso el derribo de la manzana completa a la que pertenecían los conventos de la Encarnación y de Regina Angelorum.

Con fecha 10 de junio de 1810 se trasladaron las religiosas agustinas de la Encarnación al extinguido convento de padres terceros, permaneciendo en él hasta el día 25 de diciembre de 1819, pasando posteriormente al actual convento de la Encarnación de la Plaza de la Virgen de los Reyes. En este mismo año se dio principio al derribo de toda aquella manzana de casas, que un año después había de convertirse en la primera plaza de abastos de Sevilla, ocupando el solar del convento y gran parte de las antiguas plazas de Regina y Encarnación.

En 1820 se construye una plaza de abastos de madera, trasladando a ella todas las especies que se vendían desde tiempos casi medievales en los mercados parciales diseminados por las cercanías de la Encarnación. De la Plaza del Pan desaparecieron las panaderías instaladas tradicionalmente en dicho lugar; de la Alfalfa, las carnicerías y verduras; de la del Salvador, las frutas verdes y secas; y de otros puntos, porción de artículos que pasaron a expenderse en el nuevo mercado.

La plaza primitiva de madera permaneció hasta el 13 de mayo de 1833, que se empezó a deshacer, labrando el hermoso y cómodo mercado que acabó derribándose definitivamente en 1973.

El desaparecido Mercado de la Encarnación se terminó de construir en el año 1837, si bien algunos historiadores aseguran que se concluyó en 1833, ateniéndose para corroborar su dicho en una inscripción con letras de bronce que, situada en la puerta central de la fachada de poniente exhibía: “Plaza de abastos, año 1833”. Esta fecha recordaba sólo la terminación de la portada que ostentaba dicha inscripción.

Una hermosa y detallada descripción del extinto Mercado nos la ofrece Álvarez-Benavides:

El mercado de la Encarnación está situado casi en el centro geométrico de la ciudad, en medio de la embocadura de varias importantes vías, como son la de Regina, por su parte norte; las de Compañía y Puente y Pellón, por el sur; y las de Aranjuez, Imagen y Coliseo, por la fachada de levante.

Fue construido por los arquitectos D. Melchor Cano y D. Salustiano Ardanaz, siendo Asistente de Sevilla el inolvidable Arjona, a quien tantas reformas y mejoras debe Sevilla; pertenece una parte al Ayuntamiento y otra a varios particulares, entre los que figura en primer término el acaudalado propietario de esta ciudad, Sr. Marañón; y su planta forma un rectángulo cuyo lado mayor mide 189’35 mts., y el menor53’50 mts., y en dimensiones arroja una superficie de 8551’92 mts2.

Tiene tres puertas de entrada en la fachada de levante, nominadas Ceres, Oriente y Apolo; otras tres en la de poniente, llamadas Neptuno, Poniente y Flora; una que mira al norte, llamada así, y otra que da vista al sur, rotulada con este mismo nombre.

El interior se encuentra hábilmente distribuido en tres espaciosas travesías rotuladas Norte, Central y Sur, cortadas en el sentido de la longitud del mercado por una amplia calle denominada Central.

El punto medio de este mercado está ocupado por una rotonda que contienen en su centro una gran fuente de mármol, surtida de aguas procedentes del acueducto de Carmona, cuya fuente es la misma que en el año 1720 se construyó y colocó en la plazoleta situada frente a la derruida iglesia del convento de la Encarnación. Esta fuente, en el año 1860, disfrutaba de dos pajas y media de agua”.

Esta última expresión alude a una de las muchas y variadas “medidas” que usaban los maestros cañeros en la distribución del líquido elemento para el abastecimiento de las fuentes públicas.

La fuente fue restaurada en 1861, siendo Alcalde de la ciudad el Sr. García de Vinuesa.

El nuevo mercado ocupó la mayor parte del solar resultante de los derribos señalados.

Durante el todo el siglo XIX el espacio que queda libre sufrirá diversos procesos de alineación y definición de sus bordes así como diversas obras de reforma en pavimentación y acerados.

“A partir de finales del XIX, las propuestas de apertura de grandes ejes en el casco histórico afectarán de forma decisiva a esta Plaza. Así el proyecto de Saez y López de 1895 plantea, entre otros, sendos ejes este-oeste (Osario-Alfonso XII) y norte-sur (Feria-Plaza de San Francisco).

Entre las obras de mejora urbanística programadas por el Conde de Halcón (1912), basándose en el anteproyecto de Sánchez-Dalp (sin vigencia oficial), se encuentra la eliminación de “revueltas” entre la Plaza de la Encarnación y la calle Feria, que se verá materializada parcialmente en la embocadura de la calle Regina.

Por último, el anteproyecto de 1929 de Ularqui contemplaba la ejecución del eje este-oeste, con un trazado similar al propuesto por Saez y López”.

En 1948 con motivo del ensanche que pretendía crear un gran eje de penetración en el casco antiguo al objeto de facilitar la comunicación entre la antigua Puerta Osario y La Campana, se derriba una parte del mercado, de forma que se puedan comunicar las actuales calles Laraña e Imagen, siendo en aquel momento cuando se acomete la organización del área de la Plaza actual, terminada definitivamente en 1950.

Es entonces cuando la fuente de 1720, que se había situado en el interior del mercado cuando éste se construyó, se traslada al centro de la nueva plaza donde permanece actualmente.

El resto del mercado sería derribado en 1973 con la intención de modernizarlo.

Toda la plaza constituye un importante nudo de comunicaciones en el tráfico interno del casco antiguo, especialmente como cabecera de numerosas líneas de la red municipal de autobuses.

La organización de la plaza gira en torno a la fuente central, con una inusual distribución en dos ámbitos concéntricos. Uno primero de forma cuadrada junto a la fuente, que sitúa en los vértices farolas sobre pedestal de piedra y bancos en esquina también de piedra con respaldo calado de fundición según la fórmula clásica en las plazas del XIX, aunque no se encuentren formando parte de los bordes. Otro segundo de forma prácticamente circular que bordea toda la plaza y que se encuentra separado de la acera perimetral por unos setos sobre los que se apoyan bancos de igual factura que los anteriores, pero que se adaptan a la curva que describe todo este sector. Entre uno y otro, y separados por cuatro calles que parten del centro, surgen cuatro arriates delimitados por setos en forma aproximada de sector circular en los que se sitúa la vegetación principal de la plaza.

Entre ésta hay que destacar un gran laurel de indias (Ficus microcarpa) único que queda de los cuatro con que contaba (otro ha sido plantado más recientemente) y varios cocos plumosos (Syagrus romanzoffianum), de los que también hubo cuatro, uno en cada parterre, palmácea ésta que no era muy frecuente en el arbolado de la ciudad, y que en cambio ha visto incrementada su presencia tras las plantaciones efectuadas, principalmente en el Isla de la Cartuja, con motivo de la Exposición del año 1992. También pueden encontrarse arbustos como: granados (Punica granatum), nandinas (Nandina domestica), etc. Los setos están formados por arrayán y pitosporo. El fondo de los parterres acostumbra a plantarse con vegetación de sombra o flor entre la que destacan las cintas (Chlotophytum elatum). En el ámbito perimetral se encuentran plátanos (Platanus xhybrida) y naranjos (citrus aurantium). Por último, en el costado Este, en la acera al otro lado de la calzada, existe una hilera de parasoles de China (Firmiana simplex), mientras que en el resto pueden contemplarse falsas acacias (Robinia pseudoacacia).

En el solar del antiguo mercado que sirvió durante años como aparcamiento, en la actualidad en proceso de reurbanización para convertirlo en un espacio público, han aparecido restos arqueológicos al practicarse en él excavaciones, unos pertenecientes al demolido convento de Regina y otros, más antiguos, restos romanos.

He aquí dos notas de prensa «in situ et tempore» sobre el proceso y hallazgos en estas excavaciones.

El hallazgo en la plaza de la Encarnación de centenares de piezas del siglo I y del horno en el que se fabricaron supone encontrar «en dos días una colección que no tienen los museos o que, si la tienen, la han conseguido en cien años», según explicó el director de las excavaciones, Fernando Amores.

Amores detalló que se ha hallado un taller de producción de lucernas -lámparas romanas para la iluminación doméstica-, con su horno y «todos los desechos», que son el conjunto de piezas que salen defectuosas. En concreto, según indicó, hasta ahora han aparecido unas 500 lucernas fragmentadas y unas 85 completas, con motivos que representan el «repertorio iconográfico clásico», entre el que citó los temas de luchas, gladiadores, caza, peleas de gallos, motivos ecuestres, eróticos y mitológicos. Asimismo, hay imágenes de dioses y de tradiciones literarias como La Odisea, Ulises o Hércules, que pertenecieron al imaginario colectivo de la época. En la zona también han aparecido máscaras de teatro.

El director de la excavación indicó que «sólo se ha excavado una tercera parte del taller, que se encuentra a seis metros de profundidad, por lo que el espacio queda en reserva arqueológica» para realizar futuras intervenciones.

En cualquier caso, Amores afirmó que se trata de un hallazgo «sorprendente» y «muy interesante», datado entre los años 50 y 70 después de Cristo, que tiene una «trascendencia científica y museística importante».

El arqueólogo subrayó que este hallazgo implicará un «conocimiento de lo que era la sociedad sevillana del momento», a la vez que detalló que probablemente, las lámparas «eran exportadas» a otros lugares, con lo que podrá comprobarse cuáles de las que existen en los diferentes museos pertenecen a este horno de Híspalis.

En este sentido, resaltó que el resto de hallazgos son «muy espectaculares» y aludió a las estructuras de las casas, con sus mosaicos, a los zócalos de pinturas y a «toda esa diversidad que amplía el conocimiento de lo que antes se sabía», precisando que en esta campaña han aparecido 200 metros cuadrados de mosaicos.

Amores ya anunció el pasado mayo que preveía hallar con los nuevos trabajos restos del Alto Imperio Romano con «muchísimo valor histórico». El arqueólogo explicó entonces que a seis o siete metros de profundidad a partir de la rasante actual, se podrían encontrar áreas de producción artesanal, de almacenamiento y de transformación, cuyo valor se considera alto porque se trata de una etapa sobre la que «se ha excavado poquísimo en Sevilla» y en este solar se trabajará sobre unos 1.200 metros.

El arqueólogo, que inició las catas el 25 de marzo, comentó que el trabajo estaba concebido para unos cuatro meses, durante los que se excavaría, se documentaría todo para extraer información científica y, después, se retirarían a un lateral del solar los restos que estén conservados para, después, una vez ejecutados los trabajos de refuerzo de las pantallas perimetrales, volver a colocarlos en su lugar de origen.

(Fuente: ABC Sevilla / EFE / Europa Press, 20 de agosto de 2005)

Lo más espectacular ha sido la aparición de un mosaico romano hallado en la casa de la Columna, la zona de mayor riqueza arqueológica del solar. El director de la excavación, Fernando Amores, está sacando a la luz tres habitaciones de esta casa romana del siglo IV, las que se organizan en torno al patio. Dos de ellas (laterales) no presentan ningún mosaico, pero sí la tercera, -el dormitorio de la casa-, que escondía un pavimento con motivos geométricos en muy buen estado de conservación. El hecho de que carezcan de mosaicos se debe a que el pavimento era de barro, y por su fácil extracción fue utilizado como material de acarreo para otras construcciones. De momento sólo puede verse una cuarta parte del mosaico, aunque se sospecha que puede llegar a tener unas dimensiones de 8 x 6 metros. Pero el tiempo se acaba. Roma a medio descubrir. Los trabajos no han sido fáciles. Hay que tener mucho tacto y la sensibilidad de Amores para recuperar una casa que se superpone a otra en las condiciones de desprotección (agravadas por las fuertes lluvias) en que quedó el solar tras la anterior campaña.

El mosaico, de tipo geométrico, posee un motivo central en forma de exágono -parcialmente descubierto- con una elegante crátera de esquina. Sus colores (teselas blancas y grises, rojizas, negras…) forman una bella combinación.

Pero este mosaico corresponde -según explica Amores- a una casa algo más profunda que la llamada de la Columna. Se llama de los Dameros y se encuentra 40 centímetros más abajo. Ambas son del siglo IV, ambas están superpuestas y poseen mosaicos; la de arriba es ampliación de la otra. De hecho, bajo el actual pavimento del patio hay indicios (una pequeña fila de teselas) de otro mosaico de menos tamaño, que corresponde también a la casa de los Dameros. Se verá la semana que viene, cuando se retire, para su protección, el que ahora se ve.

Hay mucho que excavar, pero el tiempo se acaba. Amores ha conseguido que los trabajos se prolonguen durante 15 días más, antes de la llegada del equipo de los geofísicos ingleses. Su trabajo será fundamental para la instalación de los micropilares.

La estratigrafía de esta zona del yacimiento está muy estudiada. Se van perfilando ya los períodos históricos de los distintos abandonos y saqueos que han padecido ambas casas; pero pronto y con un poco de suerte habrá más sorpresas. El puerto de Híspalis se ha perdido para siempre, junto a los cimientos del Palacio de San Telmo. En la Encarnación queda mucho por excavar. Pero no hay tiempo.

Bajo la supervisión de Amores se han ido trasladando los mosaicos más pequeños, los que se encontraban en lugares de tránsito. Pronto les llegará el turno a los demás y habrá que preparar los muros de nuevo, apuntalarlos, cubrirlos, rellenar sondeos para evitar la caída de perfiles. Pero lo más delicado son las pinturas y los mosaicos. El tiempo se acaba. Lo que ocurra a partir de 15 días no lo sabemos. No lo sabe ni Paco el carnicero, el que más ha luchado y lucha por este tesoro.

(Prensa local, 17 de noviembre de 2005)

El Ayuntamiento de Sevilla decidió entonces convertir el área en un museo y una plaza . Para ello convocó un concurso de ideas. Metropol Parasol, el diseño ganador del concurso, fue desarrollado por el arquitecto alemán Jürgen Mayer con la colaboración de Arup. Construcción y explotación será mediante una concesión por 40 años a SACYR. El proyecto consiste en seis grandes parasoles construidos en madera que dan sombra a la plaza, al tiempo que ofrecen protección a los restos arqueológicos.

El diseño incluye un museo arqueológico, un mercado cubierto y una nueva plaza con elementos de sombra de gran tamaño. El nivel bajo rasante acogerá los hallazgos arqueológicos. A nivel de superficie habrá un mercado climatizado y, en el nivel elevado de la plaza, las personas podrán disfrutar de un paseo por la ciudad o realizar sus compras en el mercado.

La existencia de pasajes peatonales sobre los parasoles invitará a los visitantes a disfrutar de la hermosa vista del casco histórico de Sevilla. Además, se integrará un restaurante en la estructura de los parasoles, a 22 metros sobre rasante.

La zona completa estará cubierta por 6 grandes “parasoles”, hechos de elementos de madera laminada, que cubrirán una superficie de 150 x 70 metros.

Este proyecto,   ha originado una gran controversia en la Ciudad. Sea como fuere, la centenaria Plaza de la Encarnación cambiará drásticamente su fisonomía. Paradójicamente, en el mismo terreno, convivirán los vetustos restos de la Hispalis imperial y las postmodernas “setas”, como con la gracia peculiar los ha bautizado Sevilla. Así se hace la Historia y otros la juzgarán.

Romualdo de Gelo


The Sanctified Church of Christ” (”La Iglesia Santificada de Cristo”). Coro del centro de rehbilitacion de toxicomanos de Park Avenue de N. YorK

Amazing Grace

Amazing grace! How sweet the sound,
That saved a wretch like me!
I once was lost but now am found
Was blind, but now I see.

‘Twas grace that taught my heart to fear,
And grace my fears relieved;
How precious did that grace appear
The hour I first believed!

Through many dangers, toils, and snares,
We have already come;
‘Tis grace hath brought me safe thus far,
And grace will lead me home.

The Lord has promised good to me,
His word my hope secures;
He will my shield and portion be
As long as life endures.

Yes, when this flesh and heart shall fail,
And mortal life shall cease,
I shall possess, within the veil,
A life of joy and peace.

The earth shall soon dissolve like snow,
The sun forbear to shine;
But God, who called me here below,
Will be forever mine.

John Newton, Himnos de Olney, 1779

SUBLIME GRACIA

Sublime gracia del Señor
Que a mi pecador salvó
fui ciego mas hoy miro yo
perdido y el me amó.

En los peligros o aflicción
que yo he tenido aquí
su gracia siempre me libró
y me guiará feliz.

Su gracia me enseño a temer
mis dudas ahuyentó
o cuan precioso fue a mi ser
al dar mi corazón.

Y cuando en Sión por siglos mil
brillando este cual sol
yo cantaré por siempre allí
su amor que me salvó.

2 comentarios

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2 Respuestas a “La Sevilla que se ve … venir. Las «Setas» de la Encarnación.

  1. manolocayuela

    Imposible leer tanto texto pariente. Lo que si te digo es que las setas de la Encarnación además de un despilfarro de dinero público, que sigue creciendo más y más de lo que se presupuestó en un inicio e innecesario totalmente es un atentado al buen gusto.

    Saludos

  2. Estimado bloguero/a, desde la organización de la I Edición de los Premios Blogosur a los Mejores Blogs de Sevilla y Provincia nos ponemos en contacto con usted para hacerle llegar una especial invitación.

    El próximo Jueves 27 de Enero de 2011, a las 20.15h, en la Sala Joaquín Turina de Cajasol, se entregarán los premios Blogosur a los mejores Blogs de Sevilla y Provincia incluidos en el portal http://www.bloguerosdesevilla.com en las categorías: Actualidad, Fiestas, Deportes, Cultura, Personal y Tecnología; según las puntuaciones obtenidas durante el pasado año 2010 entre los lectores de esta portal de internet.

    Asimismo, se procederá a la presentación de la I GUÍA de BLOGS de Sevilla 2011 (que será entregada a cada asistente), y de la primera novela escrita por un bloguero sevillano como ganador del Premio Blogosur de Novela.

    La I Edición de los Premios Blogosur contará con actuación musical a cargo de la Escuela de Artistas de Sevilla y de la cantante ‘Lorena Gómez’ (ganadora del Concurso de Operación Triunfo 2006). Una Gala presentada por dos reconocidos periodistas: Juliana López y José Antonio Rodríguez Benítez. Al acto, además de cientos sevillanos y personas relacionadas con el mundo del deporte, periodismo, formación y las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación, acudirán numerosas autoridades públicas como el Alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, el Consejero Delegado de Emasesa, Manuel Marchena, el Secretario General de Vivienda de la Junta de Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, el candidato a la alcaldía del Sevilla por el PSOE, Juan Espadas y el candidato a la alcaldía de Sevilla por el Partido Popular, Juan Ignacio Zoido, primer Teniente de Alcalde y Portavoz del Grupo Municipal de IU en el Ayuntamiento de Sevilla y candidato a la alcaldía por Izquierda Unida, Antonio R. Torrijos y la candidata a la Alcaldía de Sevilla por el Partido Andalucista (PA), Pilar González, entre otros.

    Asimismo, le pedimos que escriba alguna entrada en su Blog informando sobre la Gala, para poder darle una mayor difusión. Muchas gracias. Las confirmaciones para poder asistir deben escribirse a confirmacion@bloguerosdesevilla.com

    Entrada libre y gratuita previa inscripción en: confirmacion@bloguerosdesevilla.com

    Dirección de Blogueros de Sevilla
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    bloguerosdesevilla@bloguerosdesevilla.com

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