PROCESIÓN DEL CORPUS EN SEVILLA.
La primera referencia de una procesión eucaristica la documenta Mª Jesús Sanz en 1363, contenida en el Libro de Cargo y Data de la Catedral de Sevilla en que se dice «dieron para cubrir la tabla en que anda el arca de Corpus Christi, doce marcos de plata».
Las primeras descripciones de la procesión externa las recogió José Gestoso, en un texto de 1454:
El día anterior se allanaban las calles y se limpiaban de estiércol. En el Corral de los Olmos (Plaza de Virgen de los Reyes) se ponían toldos, y en las Gradas los tapices del Arzobispo, cubriendo el suelo del templo y de las calles con juncias, alcacel y hierbas olorosas. La procesión del día del Corpus se iniciaba con doce mozos de coro, unos con hachas de cera que llevaban ángeles pintados o flores naturales, otros con pértigas de plata y otros con incensarios. Iban también los órganos portátiles a los que acompañaban veintisiete cantores, ocho con jubones y guirnaldas en las cabezas, seis vestidos de ángeles tocando instrumentos y cuatro Profetas con sus leyendas correspondientes. Detrás venía la Roca transportada por hombres, sobre la que iba n representados Jesús, la Virgen, San Francisco y Santo Domingo, además de los cuatro Evangelistas con sus símbolos, todos representados por personas. La Roca iba cubierta por un cielo azul de algodón en rama con las estrellas, el sol y la luna, y dos juglares se encargaban de lanzar truenos ocultos por el cielo.
Debajo del paso iban otros que imitaban el canto de las aves. Finalmente la Eucaristía iba en un arca acompañada por la Naturaleza, cerrando la procesión el Arzobispo. (*)
(*)Gestoso, J.: Curiosidades antiguas sevillanas (Serie segunda), Sevilla 1910, reedic., Sevilla 1993. Pág. 93-95-