Ilusión
Comenzó ya en septiembre; «un rayo maqüin ddojo, abuelo», cuando le recogía en el colegio, de camino a su casa, en los paseos por el campo, mucho más intensamente en los últimos por la ciudad viendo belenes o tomando café con «chuddos».
Tuvo gracia especial el día que de la mano, andando por entre el bullicio navideño mirandome con esos ojos me dijo; abuelo, ¿te digo una cosa?, agachandome le acerqué y al oido me dijo; «si me porto bien, ¿qué?»…
Cada quiosco, cada escaparate, cada etiqueta, foto, vídeo en youtube o reclamo, donde aparecía el Rayo McQueen, Manué me interpelaba, ¡el rayo maqüin ddojo, abuelo!
La tarde del día 4 un paje del cortejo del Heraldo real, a cambio de una chuche, le tranquilizó confirmandole que sus peticiones serían satisfechas por los Reyes.
Llegó la noche mágica de la Cabalgata y claro está, pidió un globo del soñado coche rojo que por supuesto había incluido en su carta que le acompañó toda la tarde-noche…hasta que llegó el momento de irse a dormir…a soñar…
Bonito recuerdo para cuando se mayor. Está muy guapo.